Llevémoslo a la práctica:
¿Cuándo se puede llegar más rápido a un lugar deteniéndose y yendo en dirección contraria? La respuesta: siempre que se ha tomado un camino equivocado. En la historia del hijo pródigo, el hijo tomó un camino muy equivocado y la mejor manera de avanzar era regresar.
Cuando finalmente regresó, lo que le llevó demasiado tiempo, descubrió que no era tan doloroso como pensaba. Sí, su orgullo era difícil de tragar e iba a tener que lidiar con un hermano enojado. Pero lidiar con la persona real a la que lastimó directamente, su padre, no era tan humillante como pensaba que sería, y regresar resultó ser la mejor manera de avanzar.
CS Lewis escribió en Mero cristianismo : “Todos queremos progresar, pero progresar significa acercarse al lugar donde uno quiere estar. Y si uno ha tomado un camino equivocado, seguir adelante no lo acercará más. Si uno está en el camino equivocado, progresar significa dar media vuelta y volver al camino correcto; y en ese caso, el hombre que da marcha atrás antes es el más progresista… No hay nada progresista en ser testarudo y negarse a admitir un error… Retroceder es la forma más rápida de avanzar”.
Nunca debemos temer ni demorar un cambio para bien. Dar la espalda a una conducta que no agrada a Dios, pedir perdón y volver intencionalmente a Él es el llamado continuo de los salvos. Pero esa no es la única etapa del arrepentimiento. ¿Qué hábitos en tu lugar de trabajo podrían necesitar un cambio radical? ¿Una mala actitud con un compañero de trabajo? ¿Un aire de altivez hacia los que están en los puestos más bajos del organigrama? ¿Un comportamiento brusco que sabes que no es propio de Cristo? Sea lo que sea, y sin importar la dificultad o la vergüenza de admitir un error y cambiar esa conducta, en el trabajo o con tu equipo en casa, será la mejor manera de llegar a ser la persona que realmente quieres ser, a medida que Su Palabra obre en ti, hoy.
Lucas 15:10 (RVR1960) – “Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.”
Hechos 3:19 (RVR1960) – Arrepentíos, pues, y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,
Jeremías 31:19 (RVR1960) – Después que desvié de mi camino, me arrepentí; después que entendí, me golpeé el pecho; me avergoncé y me humillé, porque llevé la afrenta de mi juventud.
Lucas 15:20 (RVR1960) – Y levantándose, vino a su padre. Y como todavía estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a compasión, y corrió, y lo abrazó, y lo besó.
Escuchando al Espíritu Santo:
El que camina hacia Mi luz no ve su sombra, ni tampoco la Luz. Porque los ojos de un pecador arrepentido brillan con la misma luz que él busca. El arrepentimiento quita la mancha, mientras Yo restauro el blanco a su vestimenta, una vestimenta dada a través del amor y la sangre. Me regocijo en el momento de cambio, cuando el alma despierta a la vida prometida en obediencia a Mis caminos. Todos los cielos se regocijan, porque la vida es restaurada por la venida. No temas a la luz, porque lo que vive en la oscuridad no puede soportar la luz, y lo que se encuentra en la luz, es la vida para todos los hombres. Responde a Mi llamado interior. Apártate del lugar oscuro, porque tú no eres del lugar oscuro. La sombra queda atrás, y Mis ojos ven solo lo tuyo: perdonado, restaurado.
