Contando historias

Llevémoslo a la práctica:

Es fácil olvidar que el tipo de trabajador que somos refleja el tipo de persona que somos para los demás. Cuando trabajamos, sin saberlo, estamos contando una historia de quiénes somos. La gente siempre nos está observando, y si decimos ser cristianos, a veces nos observan con más atención. Nuestra actitud, nuestro grado de ayuda y nuestra ética laboral en general se convierten en parte de la historia que leen en nosotros: nuestro testimonio, uno que glorificará a Dios, o no tanto.

En la Biblia, la palabra “amor” se expresa mucho más como servicio que como una emoción. Juan 3:16 dice: “De tal manera amó Dios al mundo, que dio …”. Ese dar fue el máximo acto de amor, el máximo acto de servicio. Ese único acto de servicio, casi más claro que cualquier otra cosa en la Biblia, muestra el verdadero carácter y amor de Dios. La “ética de trabajo” de Jesús fue sin duda una ética de servicio. Su amor por nosotros y Su servicio hacia nosotros son inseparables, como lo fueron sus palabras, pues todas fluyeron del corazón perfecto de Dios.

Cuando servimos en el trabajo, cuando usamos nuestros labios para animar y edificar a quienes nos rodean, y cuando sacrificamos nuestro tiempo y recursos por los demás, los estamos amando literal y bíblicamente. Cuando hacemos bien nuestro trabajo, sirviendo con todo lo que tenemos, poniendo nuestro “todo” en cualquier tarea que se nos pida o se espere de nosotros, es verdaderamente un reflejo de Cristo y de lo que deberíamos estar mostrando como cristianos.

No te equivoques, tu vida y tu servicio a los demás cuentan una historia. Es parte de tu “testimonio viviente” y quienes te rodean lo leen con atención mientras Su Palabra obra en ti hoy.


Juan 3:16 (RVR1960) – Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Tito 2:9-10 (RVR1960) – Los siervos deben sujetarse en todo a sus amos, agradando a sus hermanos, no contenciosos, no defraudadores, sino mostrando toda buena fe, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.

Col 3:17 (RVR1960) – Y todo lo que hacéis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

1 Juan 3:18 (RVR1960) Hijitos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.

Juan 17:4 (RVR1960) – Yo te he glorificado en la tierra, habiendo acabado la obra que me diste que hiciese.

Escuchando al Espíritu Santo:

Los que sirven deben tener la disposición de servir completamente, porque esto agrada a vuestro Padre. Una respuesta a medias impide vuestro testimonio de vuestra pretensión de Mi señorío. Los hechos y las palabras de la boca deben hablar lo mismo. La fuente del habla y la diligencia de la mano surgen ambas del corazón redimido, reflejando el Mío. Porque no retuve Mi servicio, porque Mi amor por el hombre es completo, por lo tanto, Mi sacrificio también. Servid de corazón a aquellos a quienes habéis prometido servicio, porque al hacerlo, vuestro testimonio se fortalece, y aquellos en quienes trabajáis no dudarán ni de vosotros ni del Dios a quien servís. Vuestro amor por ellos, y el amor de vuestro Dios, se revela en el servicio, y así vuestro testimonio de Mí para ellos.

Compartir en:

Más publicaciones

La ley de Dios contra la ley de Murphy

Se permite el giro en U

El Juez Perfecto

¿Solo para ti? ¡Sí!

Contando historias

Una tormenta menos