Llevémoslo a la práctica:
No sé si esto es propio de Cristo, pero me encanta este tipo, Mark Rober, de YouTube. Coloca paquetes en los porches de las casas de las personas como cebo para estos ladrones corruptos, conocidos como los Piratas del Porche, que habitualmente roban los paquetes de otras personas desde fuera de sus casas. Mark, de manera muy profesional e ingeniosa, coloca mecanismos en el paquete de manera que, una vez que el paquete es robado y comienza a abrirse, se enciende, suena una sirena y esparce gotas de purpurina y aerosol apestoso en todas direcciones. Incluso coloca cámaras en el paquete para tomar y transmitir videos de la divertida reacción del ladrón ante el contenido sorpresa. Generalmente, lo abren en el vehículo en el que escapan, pero luego lo arrojan rápidamente por la ventana del auto, donde un GPS incorporado permite rastrear el ingenioso artilugio, restaurarlo y usarlo nuevamente en el próximo delincuente desprevenido.
¡Me encanta! ¡Quizás demasiado!
¿Por qué comparto esto? En el lugar de trabajo, como empleador y empleado, he aprendido a lo largo de los años que hay muchas personas que no son quienes aparentan ser. Parecen honestas y confiables por fuera, pero con el tiempo y la oportunidad suficiente, puedes descubrir que hay algo muy diferente debajo del envoltorio, mucho peor que la purpurina y el olor a aerosol.
Cuando nos convertimos en hijos de Dios, recibimos el Espíritu Santo para que habite en nosotros. Leemos en las Escrituras acerca de los muchos dones que pueden llegar cuando recibimos el Espíritu Santo. Uno de esos dones que he descubierto que ha sido indispensable en el lugar de trabajo, el don del discernimiento. Su nombre completo es el don de discernir espíritus. Ahora bien, eso puede sonar como algo que se restringiría solo al entorno de la iglesia, pero nada podría estar más lejos de la verdad.
Todos los días, como empleados, gerentes, líderes o dueños de negocios, trabajamos, nos reunimos y contratamos con personas que no conocemos muy bien. A algunas de esas personas debemos asignarles responsabilidades y puestos que pueden ser fundamentales para hacer el trabajo, hacer crecer la empresa o liderar y hacer crecer a otros. Estos roles exigen honestidad, integridad y un nivel de confianza que es primordial para un equipo o una empresa exitosos, pero, nuevamente, muchos de ellos se van a desconocidos que pueden tener una buena entrevista, pero en realidad no se sabe qué hay en la caja.
Oremos en el trabajo para que el don del discernimiento esté activo y vivo. Si hay un espíritu de deshonestidad en ese solicitante, falta de sinceridad en ese nuevo cliente o existe la posibilidad de que el nuevo miembro del equipo no esté a la altura de los altos principios morales necesarios para hacer su parte, pidamos al Señor que lo revele al principio. Esto puede ahorrarnos tener que limpiar un poco de brillo, mientras Su Palabra y Sus dones obran en nosotros hoy.
Salmo 41:9 (RVR1960) Aun mi íntimo amigo, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar.
1 Cor 12:4 (RVR1960) – Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo;
Mateo 7:15 (RVR1960) – Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Gálatas 2:4 (RVR1960) – Pero esto fue por causa de los falsos hermanos introducidos a escondidas, los cuales se infiltraron para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, a fin de reducirnos a esclavitud.
Escuchando al Espíritu Santo (Rhema):
Hay personas en quienes puedes confiar, pero hay personas en quienes confías, pero no son dignas de ello. Discierne cuidadosamente en Mi Espíritu con quién partes el pan. No todos los que dicen conocer Mi Nombre obedecen Mi voz. Se te confía información, y el rumor Me desagrada. Camina de cerca en Mi consejo, eligiendo cuidadosamente con quién hablar. Una gran destrucción viene con la charla suelta, el trabajo diligente es reemplazado por la charla, y aquel en quien confías a primera vista puede ser el que se vuelve en tu contra. Busca primero Mi consejo. Guía cuidadosamente a quienes trabajan contigo. Capta tus palabras y pensamientos (en obediencia) primero en Mi Nombre, y habla como Yo te guío. La lengua suelta es una fuente de problemas.