Hoy, me complace presentarles un concepto que se encuentra en el corazón de la misión de FCCI: el Marco de 5 Etapas para Liderar una Empresa para Cristo.
Inspirado en el crecimiento y desarrollo de Pedro y los discípulos en Hechos capítulos 1-6, este viaje transformacional le permitirá liderar su empresa con propósito y generar un impacto profundo en el mercado.
Etapa 1: Mantenerse firme en su llamado
Como líderes empresariales cristianos, nuestro viaje comienza con el descubrimiento de nuestro llamado único. En Hechos 1:15 , vemos que Pedro verdaderamente se pone de pie en su llamado al dar un paso adelante en el liderazgo entre los discípulos en el aposento alto.
Al igual que Pedro y los discípulos, nosotros también debemos navegar desde la incertidumbre hasta aceptar y asumir nuestro llamado a liderar nuestras empresas para Cristo. A través de la oración, la reflexión y la búsqueda de la guía de Dios, liberamos los talentos que Dios nos dio y nos alineamos con Su propósito divino. Esta etapa establece las bases para el extraordinario viaje que nos espera.
Etapa 2: Avanzando con fe
Una vez que hemos descubierto nuestro llamado, estamos llamados a entrar en acción con una fe inquebrantable. En Hechos 2:14 , somos testigos de la poderosa transformación de Pedro y los demás apóstoles, quienes avanzaron con valentía, fortalecidos por el Espíritu Santo.
De la misma manera, debemos pasar de la preparación privada a la proclamación pública, declarando sin temor nuestro compromiso de liderar nuestras compañías para Cristo. Esta etapa exige valentía, confianza en la provisión de Dios y una creencia inquebrantable en Su guía.
Etapa 3: Posicionamiento para la excelencia
Posicionarse para la excelencia implica alinear nuestras empresas con los principios de Dios y posicionarnos para tener el máximo impacto. En Hechos 3:12 , Pedro aprovechó una oportunidad para dirigirse a la multitud, demostrando sabiduría y posicionándose como un líder influyente.
De la misma manera, debemos superar obstáculos, aprovechar oportunidades y posicionar a nuestras empresas para la excelencia . Al integrar valores bíblicos en nuestras prácticas comerciales, fomentar una cultura de liderazgo servicial y buscar la excelencia en todas las áreas, allanamos el camino para un impacto transformador en el mercado.
Etapa 4: Maximizar el impacto del Reino
En Hechos 4:32 , los primeros creyentes experimentaron una profunda transformación. Reconocieron que sus posesiones no eran suyas, sino que pertenecían a Dios. Como líderes, nosotros también debemos experimentar un cambio de paradigma, entendiendo que nuestras empresas no son solo empresas sino plataformas para el avance del Reino de Dios .
Al adoptar una cultura de generosidad, administración y liderazgo de servicio, posicionamos a nuestras empresas para que sean agentes de transformación y conductos de la gracia de Dios en el mercado.
Etapa 5: Multiplicar a los demás
La etapa final de nuestro recorrido está marcada por el deseo de multiplicar nuestro impacto invirtiendo en el desarrollo de otros líderes. En Hechos 6:3 , los apóstoles seleccionaron a siete hombres de carácter y sabiduría para compartir la responsabilidad del liderazgo.
De manera similar, estamos llamados a orientar, equipar y empoderar a la próxima generación de líderes centrados en Cristo. Al multiplicar a otros, creamos un efecto dominó de influencia que se extiende mucho más allá de nuestras propias empresas, dejando un legado duradero para el Reino de Dios.